lunes, 11 de enero de 2010

La crisis y la industria juguetera

LA CRISIS Y LA INDUSTRIA JUGUETERA.
Por Raimundo Payá Moltó
Correspondencia: raimundopaya@telefonica.net

Me refiero a la crisis de 1929 crak económico que según los economistas, es comparable a la que padecemos en la actualidad porque se produce un periodo de crisis económica en nuestro país, resultado de las influencias de la economía mundial.
Los años treinta fueron años de grandes tensiones sociales. También en Ibi. Hubo enfrentamientos entre obreros y patronos y numerosas huelgas que desembocaron en nuestra Guerra Civil de 1936.
Aunque esta crisis afectó prácticamente a toda la industria española no llegó a la industria juguetera ibense.
Leyendo el catálogo publicado en 1997 con ocasión de la Exposición Antológica del Juguete Español y el Ferrocarril encuentro este párrafo: “Payá salió airosa en este sector a causa de las mejoras técnicas, de la buena calidad de sus productos, por la diversificación de la gama de modelos y por la capacidad creativa de Raimundo Payá. Estas circunstancias unidas a los avances de los procesos de estampación litográfica, dieron lugar a la fabricación de los más bellos juguetes de hojalata”.
Descendiendo a detalles es en 1930 cuando Payá empieza a producir como novedad, trenes eléctricos con el ancho de vía de galga 0. continuando su gama iniciada en los años veinte con los trenes a resorte. Produce la primera máquina de tren eléctrico de España en 1931 y además una gran diversidad de accesorios tales como túneles, vías, señalizaciones, estaciones, desvíos, etc.
Esta fue la época dorada del juguete de Ibi que llegó hasta 1936.
No sólo fue la gama de trenes sino también de coches. En 1930 Payá fabrica el magnífico coche de carreras Bugatti que fue la versión desarrollada de 1928. Su versión económica fue muy popular, al ser de precio más barato. También lanzó en 1930 el bólido Gran Flecha, inspirado en el Silver Bullet que ganó, a finales de los años veinte, el récord de velocidad en el Lago Salado de Estados Unidos. Es casi igual que el Flecha de Plata de Rico quien fabricó, con la misma estructura, cuatro modelos.
También pertenece a esta época el autobólido con dirección y claxon. Es un coche más completo porque las ruedas fueron de mayor tamaño, litografiadas, con tapacubos y radios.
En 1932 fabricó coches de hojalata litografiada a resorte en varios colores, según el modelo, el conductor y acompañante eran troquelados y las litografías eran en rojo y amarillo, azul y rojo y amarillo y azul.
Picó también en 1930 fabrica un interesante coche de carreras en color crema. Es uno de los pocos bólidos que llevan el conductor a la izquierda y con gafas sobre el casco.
Rico fabricó un pequeño coche de carreras. Es uno de los numerosos juguetes llamados “penny toys” juguetes que se vendían a real. Sin cuerda, para que fuera más barato y estuviera al alcance de todos los bolsillos.
Todos estos juguetes tan singulares y otros muchos de diferentes firmas ibenses y de la misma época, se pueden ver en el Museo Valenciano del Juguete de Ibi.
Bien es verdad que haciendo comparaciones entre ambas crisis económicas quizás habría que decir que Ibi en aquellas décadas fue la China actual pero el éxito que obtuvo la industria de nuestro pueblo se debió a que pudo superar la crisis gracias a que aplicó estos cuatro principios: mejoras técnicas, buena calidad, diversificación de la gama de modelos y gran capacidad creativa. Las industrias que hoy apliquen estos cuatro principios quizás logren también superar la crisis actual.

1 comentario:

castrotoys dijo...

he visto un articulo sobre su visita a la asociacion amigos del ferrocarril de Sevilla de la que yo era socio,si vuelve a visitar sevilla le invito a visitar mi coleccion de juguetes ,mientras tanto pude ver mi blog ¨¨¨museo juguetes antiguos castrotoys sevilla ¨¨¨
castrotoys@yahoo.es
635833825